Alejandro Velásquez León

Abismos 

Las sombras se abren desde las cosas
como vacíos sin fondo
que la luz nunca puede tocar,
por eso,
cuando es mediodía
todos nos sostenemos
sobre nuestro propio abismo.

Alejandro Velásquez León



Como Lázaro

Me levanto cada día
para que el milagro
sea otro lugar común…
para que las calles y las horas
me reconozcan…
para respirar paisajes
también comunes
por el cansancio,
por la costumbre…
Para caminar calles
que llevan a otras calles
donde nadie conoce tu nombre,
ni tu piel,
ni tu cuerpo…

Por eso, cada tanto,
(cuando la luz alcanza el tiempo
y lo detiene
antes de abrir las ventanas)
me niego en silencio al milagro,
y prefiero, sin preaviso,
quedarme tendido a tu lado.

Alejandro Velásquez León




El amanuense 

Cansado de la tinta
y los papeles
que desaparecen tras los años…
unió el í­ndice, el pulgar y el corazón
de su mano derecha
y ensayó sus primeras palabras
                                                    en el aire.

Alejandro Velásquez León



Espejismos

Para Andrea

Me cansé de buscarme
en las huellas
que no ha escrito la tierra,
en el olor de la noche,
en el sonido del cielo.
Me cansé de cargar.

Alejandro Velásquez León



Golondrina en vuelo 

Una mancha oscura
que se esparce
en el fondo del cielo
             sin dejar huella. 

Un agujero móvil
que le hicieran
a la mañana
para encontrar en ella
          otra vez la noche. 

Una ligera sombra
que la luz nunca pudo domar
y ahora,
             de día en día…
          se esconde en el aire,
                         como un pájaro.

Alejandro Velásquez León





Jaula 

Los pájaros
a través de las ventanas,
nunca se detienen
a contemplar al hombre
que los mira
              detrás de los cristales.

Alejandro Velásquez León





Orilla 

Allí termina el mundo…
y lo que empieza,
carece de tendencias y definiciones. 

Es más bien
un paisaje de nubes
como un guadual bajo la lluvia
como un pájaro redondo,
como un tapir. 

Y en el fondo
un azul que no puede irse,
una prisión que ya no huye,
un darle la espalda a todo. 

Allí termina el mundo…
lo que sigue,
basta nombrarlo para que exista.

Alejandro Velásquez León




Tomás

Pese a los años,
las culpas
y los lastres teológicos….

Más allá de la terquedad
y de los escándalos de la sangre,
que llevo como una bendición a cuestas…

La mayoría de los casos
poner el dedo en la llaga
no me es suficiente
y prefiero
abrir nuevas heridas…

Alejandro Velásquez León





















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