Idoia Arbillaga

EL BAÚL INVISIBLE

Te llevo dentro
como el aullido fiero que prende la noche,
incendios de agua.
Como se filtra el mar en la arena del fondo
y seduce trigales detrás de la playa.
Te llevo dentro,
como un sueño brumoso
que nunca consigues poder recordar;
un sueño de tierra cosido en el alma,
marfiles quemados humean su hechizo.
Como un sendero oscuro perdido en mi sangre,
un tren estancado,
vagones sin leña.
Como el beso-sabor que alivia cicatrices,
carne de injerto que no se desprende.
Como el niño que grita contra el precipicio
o el precipicio mismo
llenando su boca.
Como el líquido mar que no puede enjaularse
o esa luna valiente se enfrenta al día.
Como el fuego en las yemas,
sin que pueda apartarme.
Secreto de rocas
rasgando mi piel:
te llevo dentro.



EL BESO SOLITARIO

Primero señales tiernas en las esquinas del cuerpo,
reconocer las dunas, dorado escurridizo,
con el pulso del agua entre los dedos.
Una inmersión al fondo de mi mundo
con la receta antigua apretada en la mano,
unos acordes suaves
entre el cobre espeso.
Quiero esperar a ciegas muy despacio
y presentir el agua que se crispa,
y remover las brasas que se pierden.
Quiero que rinda al alma el oleaje
mientras me venzo sola,
mientras me pierdo al fondo de mi túnel
con el sabor salado del solitario beso.

Idoia Arbillaga




III

Me asombra el imposible estado
en que el amor se instala
en las esquinas de la lluvia,
e incendia el agua.
Llega tu rostro, hoja en raro temblor,
protección de mis estambres.

Idoia Arbillaga



"Publicaría otro libro si sintiera que puedo escribir poemas a la misma altura lírica de estos aquí contenidos, y no está siendo así. Aquellos sobrevinieron como una alucinación que no sé de dónde provenía, me despertaba de madrugada y había de sentarme en la mesa de la cocina a verter todo aquel aluvión de extrañas visiones sobre el papel. No ha regresado una inspiración como aquella. Mejor guardar silencio que escribir algo más pobre. De momento disfruto escribiendo novela, que es, para mí, menos comprometida y más gozosa de escribir. La poesía me agota, escribir novela me arranca, en ocasiones, carcajadas. Quiero disfrutar. La pandemia nos recuerda la precariedad de nuestra seguridad vital, y yo siempre he amado la vida, relacionarme, experimentar fuera de la ensoñación literaria. Vivamos, pues."

Idoia Arbillaga




"Pues resulta que el Zohar fue compuesto por Moisés de León, un sefardí del siglo XIII. Su creación surge de la cultura sefardí y constituye, en palabras de Gershom Scholem, «la expresión de lo más profundo y oculto en los recovecos íntimos del alma judía». El voluminoso Zohar supera los tratados anteriores precisamente por haberse igualmente nutrido de otros ricos antecedentes literarios sefardíes. Encontramos, entonces, que España posee una tradición literaria de pensamiento, Mística y Cábala judía, que ha influido y en ocasiones predeterminado el pensamiento de la comunidad judía internacional. El propio Scholem advierte influencias de El Zohar en las cinco generaciones posteriores de judíos, en el pensamiento ashkenzí, en Isaac Luria en Safed o incluso en el jasidismo centroeuropeo y alemán. Había que reivindicar esta obra, esta cultura nuestra, este profundo pensamiento que también es hispano. Todo ello sirve de sustrato conceptual a la estructura de Creación y vacío, una obra que rinde tributo a una cultura que miramos en tercera persona, pero que es nuestra. Los judíos no desaparecen en 1492, la mayoría se quedan, se convierten al cristianismo y cambian sus apellidos, los sustituyen por otros como Montiel, Buendía, Arias, Herrera, Pardo, Pérez y millares de apellidos que llevamos todos, porque somos tataranietísimos de ellos. Ni la sociedad ni, en respuesta, la historia de nuestra lírica han dado debida cuenta de esta herencia cultural y patrimonial también hispana. Más allá de los grandes poetas Valente, Gelman, Mestre..., y unos pocos autores que han incluido referencias o pequeños motivos temáticos judíos en sus obras, no puede decirse que haya existido un libro de poemas en lengua castellana cuyas raíces se nutran íntegra y plenamente de la cultura o del pensamiento judío sefardí. Con mi esfuerzo quería humildemente siquiera intentar paliar esa carencia desde mis modestas posibilidades."

Idoia Arbillaga




PROSA DEL CONDENADO

La criatura mortal es noria, su propia dimensión de círculo finito. Poco sabe de lo eterno, mas vive con su helor, metálica ceniza y mercurio mojando el paladar de la certeza. Polvo encarnado, que aún piensa y camina, así el hombre.

Idoia Arbillaga




UNIVERSO A MEDIAS

Este mundo es fractura de otra dimensión más elevada; somos delirio y sangre de un universo a medias. Expansión en la fractura de un jardín de lobos mudos. Somos tierra de límites huecos. Espacio y tiempo son quimera, cuando en umbrales más altos beben llamas, en sus márgenes sin fin. Comen el rocío de lo eterno, mientras nosotros morimos, enfermos de gravidez, salpicaduras de sal y lucidez infecunda.

Idoia Arbillaga



XX

Desbroza la cáscara en el jardín de nueces.
Atraviesa la corteza
de la nuez tuya.
Si estás lleno sólo de ti mismo,
nada podrá llenarte.
Haz paso a la luz,
atraviesa lo oscuro.
Crea el espacio, en ti.
Y espera.

Idoia Arbillaga




XXIII

La muerte es un baño de mercurio
que te unge al nacer.
Funde en nieve tu esqueleto,
llena tu piel de sed azul.
La muerte es irreal
como la vida.

Idoia Arbillaga















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