Joel Streicker

Faltan veintiocho minutos para que
Sea la hora de almorzar.
Faltan veintiocho minutos ¿para qué?
Tiempo justo
Para escribir un poema
Robándole veintiocho minutos
Al jefe, a la empresa, a la vida,
Para escribir un poema
Que protesta contra lo estrecho de
Este trabajo
Como lo hace el pie talla 40 metido
En un zapato talla 39—
Con pasos chiquitos, dolorosos, cojeando,
Sin más deseo que
Andar descalzo

Joel Streicker




Llorar así­ a mi edad
Solo se llora
La muerte de una madre,
Un padre,
No a una mujer viva
De la edad de mis hijos.
Pero ahí­ me tienes
Llorando
Con una amargura que
Golpea las puertas de hierro
Del futuro que
No compartiré con ella—
Más llora el viejo enamorado
Por enamorado
Que por viejo

Joel Streicker





Marxista hasta el amargo final
Primera vez
Como tragedia—poemas en español
Para su novia colombiana, luego
Su primera esposa—segunda vez
Como farsa—poemas en español
Para una mujer que
No lo quiere y
No habla español.

Joel Streicker





No me di cuenta de que
Habí­a flores sembradas
Al lado del andén,
Ni me habí­a fijado
En las nubes, ahora
Afiladas como una armada
De galeones asediando
El cielo,
Ni que al limosnero
Sentado siempre en el banco
Del parque le temblara
La mano derecha,
Ni que el sol del dí­a
Me apuñalara los ojos,
Ni que el viento soplara
Tan frí­o,
Ni que me pudieran doler tanto
El corazón y el orgullo.
Las cosas que me ha enseñado
Tu rechazo.

Joel Streicker




Te escribo este poema
En un idioma que
No hablas
Porque mi amor por ti
Es tan grande
Tan sin esperanza de ser
Respondido como
Este mensaje en una botella
Tirada a mares que
Jamás conoceremos juntos

Joel Streicker















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