Nuria Mendoza

"Elegir bien las palabras es fundamental para una intérprete, en efecto. También para una médica y para una escritora.
Soy partidaria de no alargar los textos innecesariamente. Pero tienen que funcionar, y ese equilibrio es complicado. El relato que mencionas es de mis favoritos, me alegra que te conmueva. Los hay aún más breves: una o dos líneas que son solo un apunte, una observación. Los imagino como la punta de un iceberg: aunque hay mucho que no se dice, creo que contienen, o evocan, una historia (por eso las llamo “historias mínimas”). Confío en la inteligencia del lector cuando hablo de los ambientadores en el despacho de la trabajadora social, en su complicidad cuando le tarareo el título de una canción en la sala de rehabilitación o cuando reparo en los asientos del ascensor en un centro oncológico."

Nuria Mendoza

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